Crítica de Jackie (Pablo Larraín, USA, 2017) por Pedro Parés.
Jacqueline Kennedy y aquel vestido Chanel rosa. Más antes que ahora, cuando todavía hacía zapping por la tele, soltaba el mando en casi siempre dos canales: TCM para pillarme una película clásica o History y si por casualidad aparecía algo relacionado con el asesinato de JFK, era el fin de la discusión. Habiendo dicho eso, ahí comenzaba mi interés sobre la familia Kennedy en sí, parte que obviaré —como han hecho en la propia película— si no también en la figura tan enigmática que representó Jackie. Así que las expectativas eran altas y el nombre de Pablo Larraín (El club, 2015) solo hacía que esa espuma llamada hype solo creciera.
Y me terminó pareciendo una oportunidad desperdiciada en adentrarse en ese personaje fantástico, por que calidad tiene de sobra en la mayoría de sus apartados. Lo más irrebatible: Natalie Portman, que se come la pantalla en posiblemente una de las actuaciones más destables del año, desde "Black Swan" no se le veía tan enorme y vuelve a jugar con su voz para moldear casi a la perfección a la primera dama. No obstante, Larraín se la juega borrando completamente del panorama a JFK y centrándose en la depresión posterior de su esposa, todo mediante unos tormentosos flashbacks que surgen de una entrevista posterior. Decisión discutible, ya que bueno, menosprecia el legado político de la familia, mezclando drama un poco empalagoso y visualmente un rollo de cinta perdida de Terrence Malick.
La película recrea la época de forma extraordinaria, y la banda sonora de Mica Levi es merecedora de cualquier premio, pero también se ven afectados por un guión pobre, y es que habría que esperar un milagro para leer un guión sutil del mismo hombre que escribió "Divergente" o "El corredor del laberinto".
Esa perspectiva casi visceral del duelo de Jackie tuvo que haber sido ampliada en vez de fragmentada, sin embargo, ese no es el mayor problema de la nueva película del director chileno, el problema es un ritmo dictado por un libreto plano que logra encuadrar y encerrar el resto, como a sus personajes en la pantalla. Estará complicado esperar pronto otro biopic de Jackie, pero por ahora no le han hecho justicia a ella y aquel vestido Chanel rosa.