La semana pasada tuvimos el increíble placer de hacer una pequeña Mohamed Ben Attia con motivo del estreno de su primer largometraje (Hedi) y tuvimos un encuentro con él en la librería 8 y 1/2 de Madrid.
Pregunta: La época en la que transcurre la película se sitúa años después de la "Primavera Árabe". ¿Cómo ha influido ese suceso en jóvenes como Hedi?
Respuesta: A Majd Mastoura, que es el que hace el papel de Hedi, esta revolución le hizo cambiar radicalmente de dirección. Él hacía estudios de informática y lo que vivió era tan intenso que algo en él hizo que dejara la informática, se dedicó a la poesía callejera y de allí pasó a ser actor. Ahora está en París para estudiar, por lo tanto, la revolución permitió a algunos alejarse de lo habitual. De salir de la ruta trazada y plantearse preguntas. Y eso fue muy bueno.
P: Viendo la triste situación que se está viviendo en Europa con el racismo emergente, ¿Ha tenido algún inconveniente al hacer la película?
R: No, en absoluto.
R: No, en absoluto.
P: En la película se ve la figura de la mujer del protagonista, cuya meta es casarse y tener hijos. ¿Usted cree que actualmente las mujeres siguen por esa rama?
R: Ha cambiado, pero a la vez tampoco hay que caer en una ideología ingenua y decir que todo es así. No, las ideologías, los sueños, todo infiere y no creo que nosotros podamos juzgar. Por ejemplo, en Dubái tuve una espectadora que me dijo que ella tenía los mismos sueños que Hedi y no quiere que la juzguen porque también se puede caer en el tabú inverso, es decir, la mujer que decide quedarse en casa y criar a sus hijos puede ser libre de hacerlo, no hay que señalarla con el dedo.
P: Tener un futuro prácticamente asegurado no es suficiente para el protagonista, ¿Qué es lo que le lleva a decidir hacer un cambio radical en su vida?
R: ¿Qué es un futuro asegurado? ¿Trabajo y familia? No. Entonces ya has contestado la pregunta.
R: ¿Qué es un futuro asegurado? ¿Trabajo y familia? No. Entonces ya has contestado la pregunta.
P: A nivel de industria, cada vez llegan más películas del mundo árabe a las salas europeas, ¿Para usted fue difícil esa transición? ¿Fue gracias a la Berlinale que su película tuviera más proyección?
R: Sí, sin los premios de Berlín no estaríamos aquí ahora mismo. Proporcionan una visibilidad a los vendedores y periodistas. Estar en la sección oficial es muy grande. Estábamos en la primera proyección y me acuerdo de una anécdota muy divertida. Fui al festival de Praga, y los dos organizadores del festival son jóvenes y cuando presentaron la película salieron al estrado y me llamaron y me dijeron que estaban sentados en la sala en Berlín antes de ver la película y estaban bastante escépticos. Pensaban que sería una película tunecina aburrida. Leyeron las dos frases de la sinopsis y pensaron que sería otro rollo deprimente y la curiosidad les mantuvo en el asiento. Yo cuando voy a ver una película india me espero un Bollywood, siempre hay prejuicios y ellos se quedaron muy sorprendidos. No esperaban una película como Hedi, y esa es la mejor presentación que me han hecho jamás. Era sincero.
P: ¿Con qué tres palabras definiría su película?
R: Emoción, sinceridad y borrosidad.
Por Albert Lloret
R: Emoción, sinceridad y borrosidad.
Por Albert Lloret