Este año, como no podía ser de otra manera, se ha celebrado la segunda edición del Salón del Cine y las Series en Barcelona (Hospitalet del Llobregat). Y es que el evento, en sus primeros años de vida pero con un abanico de ofertas y posibilidades casi imposibles de superar, está logrando atraer a una cantidad de público muy considerable, y lo que es mejor, de todas las edades.
Gente amante del espectáculo, del sonido y de las luces que proyecta una pantalla, profesionales del sector, simpatizantes e incluso exploradores que poco a poco estan empezando a descubrir el universo del séptimo arte, se han reunido en un mismo espacio para disfrutar y reafirmarse como consumidores de cine -y series claro-, dispuestos a invertir una pequeña parte de su capital en una industria que se lo merece y reivindicar la importancia de esta para el desarrollo cultural y social del país.
El caso es que el equipo de Remakers hemos tenido la suerte de poder estar presentes durante los tres días -27, 28 y 29 de enero- que ha durado el festival, disfrutando de los infinitos stands repartidos por todo el recinto de la Farga, las charlas, las mesas redondas, las 'masterclass', los talleres y la comida.
La experiencia no podría haber sido más positiva. Primero de todo, por la profesionalidad y presencia de los trabajadores e invitados que han colaborado en esta segunda edición, haciendo de cada charla o paseo una velada increible, donde aprender de las experiencias de directores profesionales (de sonido, luces, edición, producción...), hacerse con ese film o poster que no encuentras en ninguna parte, informarte de la oferta académica de cinematografía en España, maquillarse la cara a modo gore o ver un desfile del ejército imperial de Star Wars nunca había sido tan facil y asequible.
Stand de Star Wars |
En adición, la organización ha apostado por la diversidad de modo que, dejando de lado todas la paradas de productos, exposiciones y talleres permanentes, cada día se han podido ver actividades completamente distintas en cuanto a conferencias y clases magistrales.
En cierta manera, podría decirse que el espacio se ha creado pensando en todos y cada uno de los espectadores, con la gran paleta de gustos que esto representa, y así lo ha percibido un público que, en masa, ha asistido día tras día al recinto barcelonés.
A continuación, y teniendo en cuenta que por falta de medios se nos hizo imposible asistir y cubrir toda la oferta del Salón, os mostraremos un breve resumen de lo que fue, para nosotros -en primera persona-, uno de los mayores eventos cinéfilos a nivel nacional del año.
Día 1 (27 enero)
El primer día, y alucinados por la grandeza del recinto, optamos por pasar la mañana dando vueltas y ver todos los stands y exposiciones permanentes.
Destacamos sin duda la exposición SYFY de piezas originales de películas Hollywood, donde pudimos ver objetos como los ensangrentados atuendos de la niña del mítico film Abierto hasta el amanecer, la moto de Will Smith en Yo robot, el chip de Neo en Matrix, los pendientes faciales de Jerjes en 300 o las chocolatinas de Charlie y la fábrica de chocolate con su billete dorado. En fin, un paraíso para todo amante del cine más emblemático.
Piezas varias de la exposición SYFY |
Entre muchas otras cosas, increible también la exposición de coches de cine con Delorians, taxis y coches-policía de Nueva York, etc., y los cosplays con decorados incluidos de la épica saga de Star Wars; sin duda, una puesta en escena de lo más interesante.
Exposición Coches de Cine |
Dejamos atrás los stands y las exposiciones para meternos de lleno en las charlas. Estuvimos en el Pitching, donde 16 concursantes expusieron sus proyectos ante un jurado profesional con el objetivo de encontrar financiación. Dos horas después, y en el mismo espacio, asistimos a la charla profesional de Cinesma -red International Investors and Founders- donde dos economistas y un inversor dieron algunas pinceladas bastante entendibles de lo que vendrían siendo las formas de inversión más novedosas.
Finalmente, y para concluir el primer día, fuimos a la charla del director y guionista de cine Mateo Gil con Ibon Cormenzana, productor de algunas de sus películas, quienes conjuntamente acaban de lanzar el film futurista Proyecto Lázaro.
Familiarizados ya con el lugar aprovechamos el segundo día -sábado- para asistir a todo lo que pudimos. Visitamos una charla ofrecida por la empresa TViso, en la que nos hablaron sobre su nuevo producto, una especie de plataforma de contenidos audiovisuales de calidad parecida a Netflix pero más inclusiva.
Después fuimos al espacio fotográfico del recinto, donde la empresa FOTOK ofreció una clase magistral de trucos y consejos de la mano de Quim Dasquens sobre viajes y fotografía.
Contentos con el formato de la 'masterclass', nos decantamos por asistir a otra, esta vez de posproducción de sonido, ofrecida por el Instituto del cine de Madrid. Donde el jefe de sonido de películas como Lo imposible o La chispa de la vida nos habló de su experiencia y técnicas de trabajo.
Finalmente nos dirigimos a las conversaciones con Casa Asia -organizadora del Casa Asia Film Week (Barcelona)- sobre cine asiático y la distribución del mismo en España, donde parece ser que la moda nipona empieza también a trasladarse al cine, arrastrando consigo principalmente las industrias cinematográficas surcoreana i china.
Cartel del festival barcelonés |
Día 3 (29 enero)
El tercer y último día lo aprovechamos para hacer las compras de pósters, películas y libros varios que más nos encandilaron a lo largo de la jornada. Puesto que la relación calidad-precio era inmejorable, encontramos verdaderas joyas por un precio más que asequible.
En medio de todos los stands dimos con uno muy interesante, el de Here comes the sound, una academia de doblaje que organizó un concurso amateur de futuros dobladores manga.
Asimismo asistimos a un par de conferencias más, a modo de despedida, una del fotógrafo Daniel Salas, fotógrafo de Canon especializado en reportajes de deportes de riesgo, y la otra del actor Roberto Álamo, ganador de un premio Goya por la película La gran familia española. Dos charlas que sin duda nos dejaron un muy buen sabor de boca, la primera por el realismo y dedicación con el que explicó cada detalle e instrumento necesario en el proceso de rodar un documental de escalada en alta montaña, y la segunda por las estupendas narraciones referentes a interesantes anécdotas vividas durante su carrera profesional.
A continuación os dejamos un enlace de la web del Salón, donde podreis encontrar más información de pasadas y esperamos que futuras ediciones: http://www.salondelcine.com/
El tercer y último día lo aprovechamos para hacer las compras de pósters, películas y libros varios que más nos encandilaron a lo largo de la jornada. Puesto que la relación calidad-precio era inmejorable, encontramos verdaderas joyas por un precio más que asequible.
En medio de todos los stands dimos con uno muy interesante, el de Here comes the sound, una academia de doblaje que organizó un concurso amateur de futuros dobladores manga.
Stand de doblaje |
A la izquierda el actor Roberto Álamo. A la derecha el fotógrafo Daniel Salas
A continuación os dejamos un enlace de la web del Salón, donde podreis encontrar más información de pasadas y esperamos que futuras ediciones: http://www.salondelcine.com/
Por Raimon López