CRITICA: THE WALKING DEAD



Una de las series del momento, prácticamente ha cabalgado sobre el éxito desde su estreno el día 31 de octubre de 2010, ya gozaba de popularidad debido al cómic de Robert Kirkman, por tanto su adaptación televisiva era esperada por multitudes de fans del cómic, aunque también se unieron a ellos gente y es que normalmente la presencia de zombies vende bastante bien en cualquier producto cinematográfico, aunque vais a ver que el tema de los zombies no es lo fundamental en esta serie.

Arrancamos con una primera temporada espectacular, y donde se nos explica perfectamente que vamos a ver muchos más momentos duros que momentos buenos, pasamos por diferentes situaciones que merecen ser vistas a manos de Rick Grimes (Andrew Lincoln) como protagonista principal que desde un primer momento asume el papel de líder, papel que va a acompañarle durante gran parte de la serie, y no es que le siente mal pero se agradece cuando los demás personajes toman las riendas en algunos momentos, cuando la acción de decidir es conjunta o se debate, es la forma sutil de dibujar la  identidad de los personajes.


La segunda temporada tiene, para mí, algunas de las peores escenas de la serie, no me imaginaba que tras una primera temporada tan notable llegara una segunda tan mediocre, a partir del inicio de ésta la serie toma un rumbo poco acertado dejando bastante apartada la acción y el interés que despertaba la primera temporada y llenándolo todo de relleno y paja (Es un chiste porque la temporada transcurre en una granja), se pasa de 0 a 100 en muy poco margen de tiempo, no hay término medio entre la acción absoluta y los momentos donde realmente no sucede nada, eso es lo que yo considero el gran error de la serie y lo peor es que tarda en volver a asentarse y adoptar un buen rumbo.

Con el paso de los episodios todo esto se corrige y se llega al fondo de algo que yo considero fundamental en esta serie, y aquí aparece el punto clave: Lo que realmente me ha atrapado de la serie es la senda que poco a poco adoptan las relaciones entre los numerosos personajes, me ha enamorado la forma en la que se pasa de un primer conflicto muy claro como es el hecho de estar viviendo un apocalipsis zombie a otro punto completamente diferente, es espectacular como, más o menos, a partir de la mitad de la tercera temporada se entiende el conflicto y se aprende a superarlo, antes podías ver a los personajes pasándolo realmente mal acabando con un par de muertos vivientes, y sin embargo ahora matan hordas enteras simplemente para que no se acerquen a los huertos donde cultivan. Los zombies toman un segundo plano y la serie se centra en la relación entre los personajes, el mundo apocaliptico pasa a ser el telón de fondo y el verdadero peligro ahora son las personas, todo esto reforzado con la presencia de El Gobernador y el genial Negan (Considero a este personaje como lo mejor que le podía pasar a la serie), pasamos de sufrir por ver como los zombies están a unos pocos metros a sentir verdadera angustia por ver los vehículos de Negan a varios kilómetros de distancia, y es una angustia que te atrapa, prueba de ello es la primera escena con los Salvadores, son detalles perfectamente ejecutados, sobretodo en el tramo final es donde despunta la serie, ves la verdadera humanidad de los personajes, sientes que realmente lo están pasando mal y es muy difícil transmitir esas emociones ,pero las sientes tuyas, te sientes parte de ese universo.


Me he dejado muchas cosas que seguramente retome en alguna otra ocasión, como la repetición de recursos en algunas tramas o las indentidades de los personajes, solo añado que si podéis verla hacedlo, y si la dejasteis como yo en la segunda temporada retomadla, merece mucho la pena sobretodo en su recta final, y lo mejor de todo es que la serie no ha acabado.


Crítica realizada por: Luis Fabregat