Cincuenta sombras más oscuras, segunda parte de Cincuenta sombras de Grey, dirigida por James Foley y protagonizada por Jamie Dornan y Dakota Johnson. Quiero hacer una crítica especialmente a esta segunda entrega porque es la que más me ha decepcionado de las dos estrenadas hasta ahora. Nunca he sido una fan del sadomasoquismo y tengo muy claro que nunca lo seré. Pero también he de admitir que la saga en versión papel me enganchó desde el primer día, tenía algo que me invitaba a seguir leyendo cada vez más y más. El hecho de que esta saga se lanzase a la gran pantalla creó gran revuelo y altas expectativas, tenía detrás a un público adolescente y adulto ansioso por su estreno. Con todo esto quiero decir que lo que me ha decepcionado es la película, no el libro en el que está basado.
La película empieza con una trama un tanto diferente a la que se vió en el primer film, Anastasia ya no quiere saber nada más de Christian y decide empezar su vida desde cero, empezando a trabajar para una editorial de Seattle, S.I.P. Aquí es donde podemos empezar a ver su evolución como personaje. Después de acudir a una exposición de fotos de su mejor amigo José, Christian decide reaperecer en su vida. Tampoco es que Anastasia se lo ponga muy difícil. En este caso vemos la evolución de Anastasia, tanto personal como profesionalmente. Aunque se intenta aparentar que es más fuerte emocionalmente, sigue pecando de mosquita muerta, el ejemplo está en lo rápido que vuelve a caer en los brazos de Grey.
Después de acordar una relación "vainilla", todo va viento en popa, por lo menos hasta que el jefe de Anastasia, Jack Hyde, intenta abusar de ella. Christian mueve hilos y utiliza sus contactos para poner a Jack de patitas en la calle. Cuando la trama ya no tiene tanto sustento como antes, es necesario darle más protagonismo a personajes terciarios. También aparece Leyla, una ex sumisa que se obsesiona con Steele e intenta matarla. Después de internar a la ex sumisa en un psiquiátrico, Anastasia vuelve a cuestionarse la integridad de su pareja. Es entonces cuando Grey, en un intento desesperado por no perderla, se postra ante ella como si fuese su ama y deja que ella le toque su pecho, en señal de rendición. No pasan ni unas pocas semanas para que Grey proponga a su chica irse a vivir con él, y posteriormente, matrimonio. Anastasia no quiere ser sumisa, pero no deja de decir que sí una vez tras otra a todo lo que le propone, añadiendo que casi siempre acaba haciendo lo que Christian desea o le pide, es un tema un poco contradictorio e interesante tema de debate.
Para darle un poco más de acción a la trama, Grey sufre un accidente de helicóptero del cual saldrá indemne. En la noche de su cumpleaños Anastasia responde SÍ a su propuesta de matrimonio y acuden a la fiesta que sus padres tienen organizada. Después de anunciar públicamente su pedida de mano, la señora Robinson es descubierta por la madre de Christian, hecho que implica que la expulse de su casa y Grey haga lo mismo pero de su vida, definitivamente, o eso parece.
Las escenas de sexo no son tan subidas de tono como en la primera entrega. Podría decir que el sadomasoquismo ha dejado paso al romanticismo, el cual ha sido el principal protagonista de esta entrega. El romance está bien, pero cuando se trata de una saga de esta categoría no se debe hacer un cambio tan extremo, es decepcionante. Esta secuela intenta darle más protagonismo a la trama, pero es insulsa y aburrida. No se ha conseguido plasmar en la gran pantalla todo lo que la escritora transmite a través del papel. Esa emoción, ese enganche... se perdió por el camino. En mi opinión, si no vas a saber llevar la versión libro a la versión pantalla, si no vas a saber hacer llegar lo que realmente has de hacer llegar, mejor déjalo como estaba. El hecho de que no se emitieran pases de prensa para la película antes del estreno ya habla mucho.
Me parece una copia barata de la saga"Crepúsculo" en versión masoquista. Veamos los paralelismos: se conocen a temprana edad, ella es "la inocente" y él "el malo", él pertenece a un mundo que a ella no le conviene, ella viaja a ver a su madre a otro país, las dos tienen una relación muy estrecha con sus respectivos padres, las dos son muy tímidas, se casan a temprana edad... son un sin fin de similitudes que le he encontrado que no puedo evitar mencionar, por no decir que las portadas de los libros poseen el mismo color y todo.
Lo único que le saco de bueno a esta entrega es que la banda sonora está muy bien lograda para el tipo de película que es y que tanto la evolución estática como la de los personajes se hace notar.
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Redactado por: Blanca Alonso