CRÍTICA: Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar: Los Piratas ya no cuentan cuentos



Cuando uno visita la atracción original de Piratas del  Caribe en Disneyland, al principio de la atracción los visitantes se encuentran con el aviso de una jocosa calavera parlante que les advierte con la frase “Dead men tell no tales!” ( “¡Los muertos no cuentan historias!”).

Para mí la primera película de Piratas del Caribe es un relato mágico de antaño.  Una historia clásica que alguna vez fue contada por juglares o que te contó el amigo de un amigo. Es un cuento único con una energía  que al igual que la cosecha de un vino, solo pudo  ser concebida de aquella forma, en aquel  tiempo y lugar. Piratas del Caribe: La Maldición de la Perla Negra debía morir, heroica y plácidamente, para que esa historia fuera contada una sola vez y fuera recordada con cariño, de generación en generación,  para que no cayera en el olvido.  Hay películas emblemáticas (Los Goonies, El Gigante de Hierro,  La Princesa Prometida, Up ...) cuya secuela la gente no se debería ni plantear. Disney no quiso darse cuenta de que La Perla Negra  tenía que haber sido un clásico de culto. La mejor historia que se podía contar en esa saga ya se contó. Estaba destinada a ser única.
Pero la pérfida Disney, insensible  al destino, desafió  a Dios, le escupió  en la cara y cual científico loco  se río, resucitó  a la pobre criatura a base de secuelas, las mutó y manufacturó, adulterándolas hasta llegar a una quinta entrega.

Pirates of the Caribbean: Men Tell No Tales aquí traducida como La Venganza de Salazar (pese a otras sugerentes traducciones como  Piratas del  Caribe: Un abordaje de Pelotas 5 : La Leyenda Renace ) es una película que nadie pidió pero aún así ha desembarcado en nuestros cines.
Cada vez que veía un poster o un avance de este film, la imagen de la jocosa calavera citada antes  se materializaba para decirme que no iban a contar nada nuevo.

Y efectivamente así ha sido.  Piratas 5 es una cinta plana que básicamente repite la misma fórmula de las anteriores pero con menos gana y carisma.
El esquema de esta entrega es el mismo que el de otras secuelas que básicamente se basan en  reiterar lo mismo: el exceso. Es decir, más minutos, más Sparrow,  más ruido, más pomposidad, más “personajes Hacendado”, más subtramas, más Sparrow, más batallitas, más absurdez, más grotesco, más fanfarria… etcétera… y más Sparrow.

¿Como voy a empatizar con esta entrega cuando incluso su campaña de marketing me está diciendo que esta saga tiene los días contados?
Es cierto que su visionado es entretenido, se trata de la típica historia de búsqueda del tesoro y la película destila ese encanto de relato de aventuras. El apartado técnico cumple con unos efectos especiales, vestuario y maquillaje bastante vistosos.

El humor en esta película es irregular y peca de ser demasiado absurdo a unos límites inverosímiles 
(La escena del banco es un ejemplo del acabose de la coherencia).

Llegando a veces al abuso de estirar el gag, aunque en ciertos ciertos puntos consiguen arrancar una carcajada y la comedia slapstick funciona. Pero en varias ocasiones la comedia ralla lo grosero llegando a dar una vergüenza ajena infantil.

La trama es algo torpe, ya que presenta socavones de guion  y muchas veces se abusa del deus ex machina, dándonos situaciones sacadas de la manga donde los personajes se encuentran con demasiada casualidad y se desenvuelven de manera muy oportuna.

El flujo de personajes en esta película está muy descompensado. Tenemos a Jack Sparrow, un personaje  icónico que Johnny Depp  ha hecho suyo a pulso, pero que en esta entrega está resacoso (en ambos sentidos) rozando la parodia. Ya no queda nada de aquel personaje extravagante que movía los hilos y manipulaba a los demás para su beneficio, aquí básicamente es un payaso borracho que se prostituye por el gag. Jack Sparrow es un buen condimento en el sentido de alivio cómico pero al igual que con la sal, si te excedes puedes arruinar todo el conjunto.  Y es que el todo el argumento de la película cae en Jack Sparrow  y es un grave error porque este protagonista , aparte de ser una exagerada versión de lo que una vez fue, NO APORTA NADA a la historia.  En esta entrega Sparrow va de un lado a otro sin rumbo, sin apenas afectar en la trama y cuando lo hace es de una manera desinteresada sin apenas implicación emocional, acción que incluso podría haber hecho  otro personaje. Pero esto es Piratas 5 y si quieres un reclamo, te tiene que meter con calzador este personaje por cuestiones de marketing.
"Verán a Jack Sparrow, Barbossa...¡Y muchos más!"
Mención cabe los personajes secundarios formados  por Henry Turner (Brenton Thwaites) y  Carina Smyth (Kaya Scodelario) que nos forman  una pareja anodina, indiferente y con poco carisma. Tampoco es que Will Turner y Elizabeth fueran el frenesí carismático en la primera, pero te importaban sus conflictos o sus interacciones con otros personajes.  Pero esta nueva pareja se siente como un producto clónico de alguna supuesta máquina generadora de fanfics de "Willizabeths". Eso sí, hay que romper una lanza a favor diciendo que al menos superan en credibilidad a la pareja de la cuarta entrega. 

Quería destacar el personaje Kaya Scodelario, porque se presenta y te la venden  como reclamo feminista, siendo ella una astrónoma  que lucha por estudiar ciencia en una época impensable, pero por desgracia cae en todos los tópicos sexistas de turno. Esta mujer es un personaje cliché que sacrifica todo amago de personalidad para solo acatar órdenes, ser vejado por su sexo o mostrar carnaza o escote para calentar al personal.

El impacto del feminismo del personaje de Scodelario

Luego tenemos los pesos pesados como Javier Bardem o Geofrey Rush que están bastante desaprovechados en sus papeles.Salazar es un villano con una estética llamativa y con una actitud que impone pero no llega a calar tanto como Barbossa en la primera o el genial Davy Jones en la segunda. 

Esto es culpa de un guion sin ganas en donde prácticamente te presentan una escena en la que al protagonista le es indiferente y no tiene ni idea de quién es el villano y por qué le persigue.Y Barbossa pese a los esfuerzos  de Geoffrey Rush, nos encontramos a un personaje muy cascado cuya resolución final está muy sacada de la manga y no le hace justicia al personaje.

La tónica de los personajes es básicamente recrear las mismas funciones o contrapartes de anteriores entregas pero trillando la fórmula y la frescura original, curiosamente es algo que pasa con la música de esta entrega. La banda sonora repite el tema principal, cada vez que hay acción piratesca suena la fanfarria original una y otra vez, cumple su cometido pero no innova ni ofrece temas nuevos que destaquen.

En conclusión, Piratas del Caribe 5 es como si a un vaso de zumo le vas agregando agua para rellenarlo a cada trago que le das. Al final solo te queda un sucedáneo que al consumirlo poco tiene de su jugo original.

Los piratas ya no cuentan historias.


TRAILER:



Reseña realizada por: Jorge Soteras