CRÍTICA: COCO - La Emotiva Comedia de Dante


No podemos dudar de que Pixar es una creadora de mundos. Cada proyecto de este magnífico estudio nos sumerge en un nuevo universo donde pueblan juguetes, insectos,monstruos, superhéroes, coches y criaturas de todo tipo; que ante todo tienen alma. Y es ahora,cuando después de todo este recorrido Pixar plantea la pregunta de ¿cómo es el  alma de un alma?

Un tema tan delicado como es el de la muerte puede ser tratado de manera melodramática  y facilona si no se realiza de manera correcta. Más aún si luego estamos ante un producto de animación cuyo target es infantil.

En ese sentido Coco hace una buena ejecución, siendo una película emotiva pero planteada con mucha sutilidad. No hay artificios, no es sensiblera, las escenas desprenden ternura y  calor humano de manera orgánica.


Los directores Lee Unkrich (Toy Story 3) y Adrian Molina nos traen un film que es un homenaje constante a la cultura de México de principio a fin. El estudio parece haberse documentado bastante bien en las costumbres de México y ese cariño a su folclore se transmite a cada fotograma. Homenajea a su arte,  su música, su estilo, sus tradiciones y sobre todo a su gente.  Algo que ha ayudado sobretodo dos principales aspectos: la fotografía y  la música.

Se saca mucho provecho de los colores  y la estética mexicana en esta película. Destaca el uso de colores fluorescentes para el mundo de las catrinas o los alebrijes en contraposición a los colres otoñales y cálidos del hogar del protagonista.
Y la música es sublime. Michael Giaccino firma una banda sonora enérgica que cuando quiere, puede transformar un tema inspiracional y mariachi como Remember Me en una tierna y emotiva canción de cuna que da el golpe de efecto al climax.

La premisa de la historia con el protagonista viajando al mundo de los muertos se ha visto en varias ocasiones (La Novia Cadaver,El Libro de la Vida), pero Coco brilla por si misma, usando esta situación paranormal como excusa para exponer su emotivo mensaje que gira entorno al amor familiar y las tradiciones que se pasan de generación a generación. Discurso trillado pero que en la película trata con acierto y originalidad.

El único aspecto que tiene negativo es que pese al carisma del protagonista el resto de secundarios son algo olvidables. Son personajes cuyo diálogo es acertado, ofrecen momentos emotivos, ayudan al desarrollo de la historia pero que no tienen esa chispa memorable como otros secundarios de Pixar como Dory, Edna Moda o la vaquera Jessie.

Con un arranque potente, un nudo calmoso y un climax final telenovelesco, (esto último pudiera ser otro homenaje mexicano), Coco derrocha mucha pasión por la música y ofrece un relato al que se le coge mucho afecto. Un canto a la vida, a la muerte y sobre todo al recuerdo.


TRAILER


Reseña realizada por Jorge Soteras